Andrés “El Contrabandista de Biblias”

El hermano Andrés es uno de los grandes héroes del cristianismo contemporáneo, de quien poco se conoce de su vida privada, pero mucho de su magnífica labor misionera. Andrés, que no desea que se conozca su apellido, es un héroe de la iglesia sufriente en todo el mundo desde hace casi cincuenta años.

De origen holandés, criado en Witte, conoció la tragedia humana desde la niñez. Cuando Andrés tenía unos 11 años de edad, su amado hermano Bas yacía muriendo de tuberculosis. Andrés decidió que “si Bas iba a morir, yo también quería morir”. Parece que la perspectiva de la muerte no le provocó temor alguno desde la niñez. Se arrojó sobre su hermano y lo besó varias veces; trataba de contagiarse la enfermedad.

Pero falló. Cuando los alemanes bombardearon una pista de aterrizaje cercana a su casa, el día que él cumplía doce años, emprendió una peligrosa guerra por sí solo cuando tomó la valiosa ración de azúcar de su familia para arrojarla dentro del tanque de un vehículo alemán.

A los diecisiete años se enroló en el Ejército y se convirtió en conductor de tanques, una de las tareas más peligrosas durante la Segunda Guerra Mundial. Más tarde, su fervor patriótico lo movilizó a formar parte de los grupos comando que operaban en Indonesia. Con el tiempo su pasión terminó en cansancio, borracheras y una bravata suicida durante una batalla.

Herido y hastiado de todo, se encontró en un culto que se realizaba en una carpa. “Un himno se apoderó de mi corazón” comenta Andrés. La suya fue una conversión decisiva. Falto de conocimientos, pero lleno de Espíritu, pronto se movilizó en busca del llamado de Dios.

Regresó a Europa para asistir a un instituto misionero en Glasgow, Escocia, e hizo su primer viaje detrás de la Cortina de Hierro en 1955. Durante ese viaje, en una ocasión concurrió a un congreso juvenil comunista en Polonia, donde se enteró de que en la Europa comunista estaba prohibida la lectura de la Biblia. Allí mismo decidiría lo que sería: Un contrabandista de Biblias De esa manera, cuando tenía poco más de veinte años, comenzó a ingresar de contrabando las Biblias que los cristianos anhelaban desesperadamente, detrás de la Cortina de Hierro, generalmente escondiéndolas en el asiento trasero de un viejo y destruido Volkswagen “Escarabajo”.

Después creó una organización para capacitar a otros en técnicas para introducir Biblia de contrabando. Cierta vez dijo:— “Muéstrenme una puerta cerrada, y les diré cómo entrar. Pero no puedo prometerles la salida”. La caída del comunismo en Europa no puso fin a su tarea. Su ministerio “Puerta abierta” aún tiene oficinas en aproximadamente veinte países y doscientos empleados de tiempo completo.

El Hermano Andrés ha dicho:— “El comunismo proclamaba que no hay Dios, lo cual es estúpido y esquizofrénico, porque dicen que no hay Dios… pero luchan contra Él. El desafío, ahora, es ‘¿Quién es Dios?’ El Islam nos confronta con esas preguntas”.“Descubrimos lo que una iglesia necesita… y volvemos para entregárselo”.

Los comunistas europeos no lograron mantener fuera al Hermano Andrés, pero un libro sobre su obra, El contrabandista de Dios, sí lo logró. Se vendieron diez millones de ejemplares en veintisiete idiomas, con lo cual su perfil se elevó hasta un nivel muy peligroso. Lo positivo es que el libro inspiró a muchos a continuar su obra, y dejó al Hermano Andrés en libertad para prestar atención a otras zonas del mundo que aún están cerradas al evangelio.

Sus esfuerzos, actualmente, se concentran en llevar Biblias y materiales cristianos a China, Cuba, Vietnam, las naciones islámicas de África y zonas remotas de América Latina. Ha promovido campañas de oración y congresos denominacionales para líderes cristianos. Continúa dirigiendo el trabajo de distribuir Biblias a escolares en los países que conformaban la Unión Soviética.


Hace pocos años su organización entrenó a decenas de miles de pastores y líderes laicos, y distribuyó más de un millón de Biblias y Nuevos Testamentos, así como más de un millón de ejemplares de los Evangelios, libros espirituales y otras clases de literatura cristiana.

El Hermano Andrés y su esposa Corrie, viven en Holanda. Tienen cinco hijos y ocho nietos.
Los que cambian el mundo no permiten que los límites geográficos o los sistemas políticos les impidan hacer lo correcto


Descubre más desde Teología Historia fe y pensamiento

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.