Mientras la apreciación investiga lo que se puede hace, la planeación determina lo que se va a hacer.
¿Por qué invertir tiempo y esfuerzo en planear?
Hay quienes creen que en la planeacion, se emplea demasiado tiempo, que se pudiera usar en la ejecución o acción y esto evita tanto rodeo.
El doctor Nesman ilustra dos tipos de líderes: el autoritario y el democrático.
El líder autoritario es el productor de todas las ideas, nadie esta en la capacidad de hacerle ninguna recomendación, mucho menos de alterar sus ideas; por lo tanto no las consulta, las impone, y pide que todos hagan lo que el dice.
El democrático pasa mas tiempo planeando, pero el curso de acción es mas corto, mas económico y los resultados son mejores.
Planear es un proceso que requiere la participación de los involucrados. Esto debe realizarse en una serie de juntas especiales y generales.
Fijación de Objetivos generales y específicos
Sin objetivos no habrá entusiasmo ni voluntad “Quien nada busca nada haya”
Los lideres influyentes, son los que van hacia delante, los que cuentan con ideales y objetivos y los que pueden comunicar a sus seguidores.
Alejandro Magno, Julio Cesar y Napoleón Bonaparte; hombres de Dios como Moisés, Nehémias, Cristo, Pablo, Juan Wesley y Martín Lutero han sido hombres de visión y objetivos. La razón por la que muchos fracasan y se ven frustrados es la falta de objetivos y metas definidas. El filosofo Séneca dijo: “Si el hombre no sabe hacia cual puerto se dirige, ningún viento le es favorable”.
¿Qué entendemos por objetivos en la administración eclesiástica?
Terry lo describe así: un objetivo administrativo es una meta que se fija, que requiere un campo de acción definido y que sugiere la orientación para los esfuerzos de un dirigente. Esta definición ha llamado la atención sobre cuatro conceptos que son: meta, campo de acción, definición de la acción, y orientación. Fijar objetivos para realizar las actividades de la iglesia debe ser el ideal de todo líder.
Fijar los objetivos es parte esencial del proceso de planeacion
La función específica de la planeacion es establecer metas y señalar los medios para alcanzarlas. Es la habilidad de predecir circunstancias que prevalecen en el futuro. Además se deben prever obstáculos y dificultades que surgirán en el camino.
Clasificación de objetivos
Estos deben ser clasificados según su naturaleza, duración y alcance: por su naturaleza los objetivos pueden ser colectivos e individuales. Los colectivos son aquellos objetivos que no solo afectaran positivamente a todos los componentes de la iglesia sino que demandan la cooperación sistemática de todos y cada uno de ellos. Los individuales son objetivos que por su naturaleza afectaran a ciertos individuos de la iglesia.
Por su duración, los objetivos pueden ser a largo o corto plazo.
Por su alcance, los objetivos son generales y específicos.
Reglas para la Fijación de Objetivos
Primera regla: establece objetivos alcanzables. La mayor frustración de un grupo es no poder llegar a la meta señalada, por la ineptitud de su líder en materia de planeacion.
Segunda regla: téngase siempre un modelo o patrón supremo; cuando no tenemos un patrón ideal no avanzamos nada; hay dos maneras de establecer el modelo perfecto
1.- viendo retrospectivamente a la iglesia primitiva del libro de los Hechos
2.- considerando el presente con todas sus exigencias y transformaciones que demandan una nueva perspectiva del papel que la iglesia debe desempeñar en el mundo
Tercera regla: aplíquense al objetivo las preguntas:
¿Qué? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde?
1.- ¿Qué es lo que realmente se quiere hacer? Esta pregunta fija el alcance del objetivo y los limites de la acción
2.- ¿Por qué pretendemos alcanzar este objetivo?
3.- ¿Cómo pretendemos alcanzar este objetivo?
4.- ¿Quién o Quiénes se encargaran del trabajo a nivel administrativo, técnico y manual?
5.- ¿Cuándo se iniciara, cuándo se terminara cada acción?
6.- ¿Dónde? Es decir, ¿Cuál será el campo de acción?
Determinación del Curso de Actividades
Esto es programar las actividades, tomando en cuenta el orden en que han de ocurrir, fecha y duración, pasos a seguir, personas y cosas que participaran en cada acción. Es muy razonable señalar algunas reglas y principios para la planeacion de programas, presupuestos y procedimientos.
1. Unidad del Programa: para lograr esa unidad de programa debe conseguirse primero la unidad de aspiraciones y opiniones del grupo.
2. Continuidad en la acción directiva del programa, la acción continua mantiene el engranaje de la agrupación siempre listo y motivado a seguir.
3. Flexibilidad esto es para plegarse a las modificaciones que se juzgue conveniente introducir en el programa.
Hay líderes que por orgullo personal o terquedad no están dispuestos a ceder y reconsiderar cuando es necesario un cambio estratégico.
4. Precisión y exactitud: el programa debe ser exacto y preciso aunque debe existir la flexibilidad, porque es posible que llegue un momento en que sea necesario dar un grado de flexibilidad.
Legislación o Plan de Normas y Reglamentos
Las normas y reglamentos aquí se refieren a la marcha ordenada y sistemática del proyecto.
1. Constitución: es un sistema de reglas y principios, emanados de la asamblea general de miembros y oficiales de una entidad.
2. Estatutos: son semejantes a una constitución, pero con mayor énfasis en las regulaciones que guiaran al grupo.
3. Manuales y boletines: estos son los órganos de instrucción e información.
Planeación de Presupuestos y Riesgos
Un presupuesto es una tabla apreciativa de ingresos y egresos que sirve para controlar lo que se tiene. Hay dos clases de presupuestos financieros y no financieros.
Úsese la Técnica del Vendedor para Lograr que el Presupuesto sea Aprobado
Se deben señalar las necesidades por las cuales se esta recomendando tal o cual proyecto. Deben destacarse las ventajas que se obtendrán.
Debemos estar conscientes que el orden y la buena planeación son pre-requisitos de la confianza. De ahí nuestro énfasis en planear un buen presupuesto, lograr el apoyo y cooperación y seguirlo fielmente, hasta donde sea posible.
Bibliografia:
Calderon Wilfredo, La Administración en la Iglesia Cristiana, Editorial Vida