La importancia de la oración

La oración es parte vital de la experiencia de todo cristiano, Dios construye nuestra fe a través de la oración. Cuando decidimos hablar con Dios, estamos construyendo y alimentando nuestra relación con Él. Estamos llegando a conocerle–quién es Él y cómo Él opera—. Él quiere que usted le conozca.  Y usted puede conocer más de Dios y su poder, a través de la oración.

Si bien es cierto que le conocemos por su palabra, es necesario que juntamente con la lectura de la Biblia tengamos el ingrediente llamado oración. Ambos elementos deben conjugarse para que se pueda tener una relación plena con nuestro Señor. La oración es una herencia que le pertenece a todo hijo de Dios, es un potencial que está por encima del entendimiento humano.

Una de las razones principales por los cuales no oramos; es porque no estamos dispuestos a dejar que Dios examine nuestro ser, nuestro interior. No queremos que llegue hasta lo más profundo de nuestro corazón, para allí lidiar con cosas que no hemos podido superar. No hay forma que Jesucristo more plenamente en mí, y moldee mi vida, afirme mis pasos y conteste mis peticiones; sin una vida de oración.

La oración es una herencia que debemos gozar. Dios quiere que usted sea el hombre, la mujer, o el joven en el cual pueda reflejar su imagen, y usted pueda dar testimonio de Él. Aprenda a relacionarse con Él. Alimente su ser interno en Cristo a través de su vida de oración. Haga que su vida de oración sea una conversación continua e íntima con el Señor Jesucristo.

Si pone en acción, su vida de oración, experimentará la gracia y el poder de Dios en cada aspecto de su vida.

Nutra su espíritu con el poder de la oración.


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