Análisis de la Iglesia: Desentrañando la estructura

Por el pastor Gerardo De Ávila

La labor que Dios me permite realizar se lleva a cabo en América Latina, Estados Unidos y Europa, con diferentes denominaciones. De las que llaman históricas, de avivamiento, renovadas, o congregaciones independientes. Es, en esta relación, que he llegado a la conclusión de este análisis.

NIVEL TEOLÓGICO: Infantil. La exégesis y la exposición bíblicas han abandonado el púlpito. Su lugar lo ha ocupado el histrionismo, la falta de preparación o las historietas de experiencias espirituales extraordinarias. Personas que tienen la pretensión de haber recibido revelaciones de una versión mejorada del evangelio.

Distorsión del concepto de guerra espiritual a que se refiere Efesios 6. En las fantasías de estas personas hay demonios hasta en la sopa. El diablo reina soberano, pudiendo aún tomar posesión de cristianos. Una especialista en esta materia me dijo que ella había echado fuera demonios de un pastor. Le respondí que yo no tenía problemas conque le hubiera sacado demonios a un pastor, pero si conque el pastor fuera cristiano.

La pretensión de tener la capacidad de sanar. Vi en la televisión al hijo de un conocido evangelista que decía percibir las enfermedades de los televidentes y a quienes decía, se sanó. Me llamó la atención que, sentado, cerca de él estaba el director del canal de televisión que usa espejuelos. No sé cómo no lo vio y le dijo, se sanó de la vista.

El uso de conceptos teológicos divorciados de su significado bíblico, por ejemplo, el de profetas y apóstoles. Los que así se autodenominan expresan la ignorancia bíblica que tienen de estos conceptos. Cuando una persona dice que estuvo en España y es la parte de África que más le gustó, uno sabe que la persona no estuvo en España. A menos que España sea una aldea en algún lugar remoto de África.

NIVEL PASTORAL Distorsionada. Tenemos al pastor autoritario y al pastor sin autoridad, Hay pastores que creen que la iglesia es su empresa privada. Son señores absolutos de la heredad del Señor. Cuando se jubilan los suceden algún hijo, yerno u otro familiar. Estos pastores, parece, no han leído I Pedro 5:3.

Le pregunté a un pastor si había leído mi libro El Purgatorio Protestante y me contestó que “por arribita”. Le pedí su opinión y me dijo que para los pastores podría tener un poquito de importancia, pero que para el pueblo era peligroso. La diferenciación entre pastores y pueblo, yo la considero arrogante, además de ser totalmente extraña al Nuevo Testamento.

En la Biblia el pastor es un miembro del pueblo. Le pedí la base bíblica de su opinión y me contestó “Ya te dije que esa es mi opinión pastoral”. Fin de la conversación.

Otro pastor dijo a su congregación que la vida de ellos estaba en sus manos. Estos pastores no acaban de entender que un pastor es, sencillamente, un miembro de la iglesia que hace un trabajo particular en la iglesia. En el otro grupo está el pastor sumiso, intimidado. Este no se atreve a establecer la doctrina y disciplina bíblicas por temor a ofender, a que la gente abandone la iglesia o le pidan la renuncia. Estos pobres sufren el maltrato y se convierten en empleados de la institución.

NIVEL ÉTICO: Corrupta. Existe un abismo entre confesión y conducta. Las reuniones de Síndicos, de Consistorio, del Cuerpo Oficial, de la Junta (el nombre varía) se producen a un nivel que, citando a Pablo, ni entre los gentiles ocurre. La traición, el abuso, el lenguaje hiriente, la hipocresía, constituyen la norma.

Lo irónico es que estas reuniones empiezan con oración. Entre los que se llaman hermanos la relación interpersonal es tóxica, pero en el templo levantan sus manos en culto a Dios. La conducta de algunos que no creen en Dios puede servir de ejemplo a muchos que dicen creer en Dios.

Y nos preguntamos el porqué de la debilidad de la iglesia. ¿No hemos leído “Mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos igualmente en uno… porque allí envía Jehová bendición y vida eterna”? Salmo 133:1,3 La fe cristiana es una fe de pacto. Si no cumplimos las condiciones, Dios no cumplirá sus promesas.

El dinero es otro foco de corrupción. Un pastor apareció en la televisión diciendo que él había leído el Salmo 91. Dijo que ese es un salmo de protección y que todo el que enviara 91 dólares o el equivalente en moneda de su país tendría derecho a la cosecha de la protección de ese salmo.

En el mismo programa, otro pastor ofrecía por 53 dólares o el equivalente en la moneda del país del televidente el derecho a una de 4 cosechas: de salud (la garantía de no enfermar) de finanzas (mucho dinero sin trabajar) de sabiduría (sin estudiar) de solución de los problemas familiares. (sin trabajar en ellos). Los paréntesis los he agregado.

¡Cuánto tendría Juan Tetzel que aprender de estos empresarios! La última curiosidad de que me he enterado es la de los predicadores que exigen cierta clase de micrófono cuando los invitan.

NIVEL EMOCIONAL: Enferma. El porcentaje de desajuste emocional de personas que asisten a la iglesia, incluyendo pastores, es triste. Abundan los complejos y la culpa neurótica. Un siquiatra cristiano me dijo, refriéndose al lugar donde nos encontrábamos, que si él examinaba a los pastores, tendría que hospitalizar a la mayoría.

NIVEL ESPIRITUAL: Desorientada. Se ha desarrollado una espiritualidad coreográfica. La modulación de la voz, las caídas, la apariencia de piedad, las reuniones ruidosas, los desmayos, han tomado el lugar de la articulación de los frutos del Espíritu Santo en la conducta, que es la verdadera espiritualidad.

NIVEL LITÚRGICO: En abierta competencia con los espectáculos de este mundo. La himnología sería, fruto de profundas experiencias espirituales y circunstancias de dolor, ha desaparecido del culto. En su lugar está el ritmo que estimula el movimiento del cuerpo. Si no fuera porque en estos cantos a veces se menciona a Dios uno pensaría que no está en una iglesia sino en una discoteca. El argumento es que eso le gusta a la gente y atrae a los jóvenes.

En una reunión donde estaban ocurriendo cosas con las que yo no estoy de acuerdo, un pastor, que sabía mi posición, me dijo: “De Ávila, yo tampoco estoy de acuerdo, pero al pueblo le gusta y después que la iglesia esté contenta no hay problemas”. Este pastor era un ejecutivo de su denominación. Si así opina el que guía, ¿qué puede esperarse de los guiados?

NIVEL DE CREDIBILIDAD: Bajo. En vista de la condición de la iglesia, la credibilidad que esta tiene en la sociedad que intenta ganar es muy baja. Muchos consideran a la iglesia como un negocio cualquiera. La reacción de un hombre, al escuchar la invitación que se hacía por altoparlantes a una “campaña de liberación” fue: Ahí de lo único que lo liberan a uno es del dinero.

Gracias a Dios que hay segmentos de la iglesia que no han sucumbido. “Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras, y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas” I Reyes 19:18 “Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.” Apocalipsis 3:4

Un pastor me preguntó que qué podríamos hacer para resolver los problemas de la iglesia. Le respondí que se tenía que desarmar el tinglado e ir a la Biblia y averiguar qué es la iglesia y empezar desde allí. Claro, esto aumentaría el desempleo. Muchos perderían sus fortunas y estilos de vida. Algunos tendrían que regresar al empleo de salario mínimo que tenían cuando dicen que el Señor los llamó.

Esto es solo un bosquejo de la situación. Estoy en la mejor disposición de reunirme con quienes lo deseen para una discusión más exhaustiva.   Gerardo, el de siempre


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