Los Apócrifos ¿Son escritura?

Por Matt Slick

Los apócrifos consisten en una serie de libros escritos entre el 400 a.C. hasta el tiempo de Cristo aproximadamente. La palabra “apocrypha” (απόκρυφα) significa “oculto.” Estos libros consisten en 1 y 2 de Esdras, Tobías, Judith, El descanso de Esther, la Sabiduría de Salomón, Siríaco, (también llamado Eclesiástico), Baruch, La Carta de Jeremías, El Canto de los Tres Jóvenes, Susanna, Bel y el Dragón, los agregados a Daniel, la Oración de Manases, y 1 y 2 de Macabeos.

La Iglesia Protestante rechaza los apócrifos como inspirados, así también lo hacen los judíos, pero en 1546 la Iglesia Católica Romana oficialmente declaró que algunos de los libros apócrifos pertenecen al canon de las Escrituras. Estos son Tobías, Judith, 1 y 2 de Macabeos, Sabiduría de Salomón, Siríaco (también conocido como Eclesiástico) y Baruch. Los libros apócrifos están escritos en griego, no en hebreo (excepto Eclesiástico, 1 de Macabeos, una parte de Judith, y Tobías), y además contienen información histórica útil.

¿Son los Apócrifos Escritura? Los protestantes niegan su inspiración, pero la Iglesia Católica Romana la afirma. Para determinar si lo es o no, necesitamos mirar en sus páginas.

No son citadas en el Nuevo Testamento

Primero que todo, ni Jesús ni los Apóstoles citaron los apócrifos. Hay sobre 260 citas del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento, y ninguna de ellas proviene de estos libros. Sin embargo, un católico romano podría responder que hay muchos libros del Antiguo Testamento que no son citados en el Nuevo Testamento, como Josué, Jueces, Ester, etc. ¿Significa esto que no son inspirados? Pero, estos libros ya han sido aceptados en el canon por los judíos, mientras que los apócrifos no. Los judíos reconocen el canon del Antiguo Testamento y ellos no incluyeron los apócrifos en él.

Esto es significativo debido a lo que Pablo dice:

  • Romanos 3:1-2: “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿O de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios.”

Pablo nos dice que a los judíos se les confió la palabra (oráculos) de Dios. Esto significa que ellos entienden que Escrituras son inspiradas, y nunca han aceptado los apócrifos.

Las referencias de Jesús al Antiguo Testamento: desde Abel hasta Zacarías

Las referencias de Jesús al canon judío del Antiguo Testamento, desde el comienzo hasta el fin, no incluyen los apócrifos.

  • Lucas 11:51: “Desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el templo de Dios, sí, os digo que será demandada de esta generación.”

El canon tradicional judío fue dividido en tres secciones (Ley, Profetas y Escritos), y una inusual presentación de la última sección fue el listado de Crónicas fuera de orden histórico, colocándolo después de Esdras-Nehemías y haciéndolo el último libro del canon. A la luz de esto, las palabras de Jesús en Lucas 11:50-51 refleja el carácter establecido del canon judío (con este orden peculiar) en sus días.

Cristo usó la expresión ‘desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías,’ la cual parece problemática debido a que Zacarías no fue cronológicamente el último mártir mencionado en la Biblia (ver Jeremías 26:20-23). Sin embargo, Zacarías es el último mártir que leemos en el Antiguo Testamento de acuerdo al orden canónico judío (ver 2 Crónicas 24:20-22), el cual fue aparentemente reconocido por Jesús y sus oyentes.”

Esto significa que el mismo canon del Antiguo Testamento, de acuerdo a la tradición judía, es ordenado de manera diferente de cómo lo tenemos en la Biblia protestante hoy. Este es el orden al que Jesús se refería cuando nombró a Abel y Zacarías, el primero y el último que derramaron su sangre, como está ordenado en el canon judío del Antiguo Testamento. Obviamente, Jesús sabía que los apócrifos no estaban incluidos en sus referencias. 

Las referencias de Jesús al Antiguo Testamento: La Ley, Los Profetas y los Salmos

Los católicos a veces responden diciendo que el Antiguo Testamento está dividido en tres partes, la Ley, los Profetas y los Escritos. En estos escritos a veces están incluidos los apócrifos. Pero esta designación no se encuentra en la Biblia. Al contrario, Jesús se refirió al Antiguo Testamento y lo designo en tres partes, la Ley, los Profetas y los Salmos, y no como la Ley, los Profetas y los Escritos.

  • Lucas 24:44: “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.”

Así que vemos que la designación ofrecida por los católicos romanos no es la misma designación encontrada en la Biblia y sus argumentos son inválidos, si sus argumentos son incorrectos. Aún más, si dijese “escritos,” no podría incluir los apócrifos por las razones mencionadas anteriormente.

Padres de la Iglesia

¿Reconocieron los Padres de la Iglesia los apócrifos como Escritura? Los católicos romanos apelan fuertemente a la Historia de la Iglesia, pero no encontramos un consenso unánime respecto a los apócrifos. Jerónimo (340-420), quien tradujo la Vulgata Latina, la cual es usada por la Iglesia Católico Romana, rechaza los apócrifos debido a que él creía en el canon que los judíos habían establecido respecto al Antiguo Testamento.

Recordemos que la Iglesia Cristiana creció bajo ese reconocimiento. Además, Josefo, el famoso historiador judío del primer siglo, nunca mencionó los apócrifos como canon. Además, “Los Padres de la Iglesia Primitiva, como Orígenes, Cirilo de Jerusalén, Atanasio, y el gran traductor Católico Romano, Jerónimo, hablaron en contra de los apócrifos.”

 Así que no podemos concluir que los Padres de la Iglesia unánimemente apoyaron los apócrifos. No lo hicieron.


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