¿Es bíblico cancelar, declarar y decretar en la iglesia?

Por Emanuel Betances

¿Alguna vez has escuchado a algún cristiano cancelando, declarando o decretando? Aunque no ves a nadie en la Biblia haciéndolo, en los últimos 10 o 15 años este lenguaje se ha infiltrado en la iglesia. ¿Y de dónde proviene? Bueno, todo esto proviene de una mezcla de enseñanzas de la “teología del dominionismo” y de la “confesión positiva” cuyas prácticas y terminologías son muy frecuentes en áreas del ocultismo, satanismo, brujería y espiritismo, y también son muy utilizadas en la metafísica.

Muchos vienen a Cristo hoy en día con la idea equivocada de lo que es el Evangelio; y muchas veces no es culpa de ellos, sino del tipo de mensaje que escuchan. Aunque se puede encontrar “base bíblica” para avalar algunas de estas enseñanzas, lamentablemente la mayoría de las veces estas prédicas están cargadas de textos fuera de contexto, de supuestas “revelaciones divinas”, de experiencias personales y de puras técnicas mercadológicas y de manipulación de masas. Jesús no vino al mundo a morir en una cruz para darnos todo lo que nuestra carne desea.

Satanás es quien siempre te va a ofrecer todo lo que tu carne desea: fama, poder, salud, posición, dinero, mujeres, relaciones, etc. Jesús nunca ofreció cosas terrenales a sus seguidores. Jesús murió por nuestros pecados y resucitó al tercer día para darnos perdón y vida eterna a todos los que creamos en Él.

(Juan 3:16) Jesús le dijo a Sus discípulos: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33) Mientras era interrogado, Jesús le dijo a Pilato: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.” (Juan 18:36)

¿Sabes como vivieron y murieron la mayoría de los primeros discípulos de Jesús?

Mi hermano y amigo Pastor Francis Montás escribía en días pasados en su muro de Facebook: “Hay muchas historias horripilantes de cómo murieron los discípulos de Jesús y otros discípulos que más tarde creyeron. Casi todos fueron muertos en edades tempranas; algunos quizás antes de los 55 años de edad.”

¡Estos discípulos entendieron el Evangelio de tal manera que no les importó hasta perder sus propias vidas por Cristo! ¿Es este el mensaje y la actitud de los que andan cancelando, declarando y decretando?

Veamos como cuenta la historia que murieron los Apóstoles de Jesús y algunos de los primeros discípulos:

Juan el Bautista: Profeta y primo de Jesús. El mismo Jesús dijo: “Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.” Lucas 7:28 ¿Cómo murió? Fue encarcelado y decapitado por orden de Herodes Antipas en la fortaleza de Maqueronte. Este dato es mencionado tanto por Flavio Josefo (Ant., XVIII, v, 2) como por los Evangelios de Marcos 6:16-29Mateo 14:3-12.

Esteban: Uno de los siete diáconos escogidos por la iglesia primitiva fue apedreado en Jerusalén, y fue el primer mártir cristiano.

Felipe: Fue también discípulo de Juan el Bautista y llamado por el mismo Jesús para que lo siguiera. Clemente de Alejandría -Titus Flavius Clemens-, refiere que Felipe murió crucificado en una persecución en contra de los cristianos en Hieropolis o Frigia, Grecia, en el año 54 DC.

Jacobo: Fue decapitado a espada en Jerusalén, por orden del rey Agripa en el año 44 DC.

Andrés: Fue crucificado en una cruz en forma de “X” en Grecia alrededor del año 70 DC. Después de haber sido azotado severamente por siete soldados, ellos ataron su cuerpo a la cruz con cuerdas para prolongar su agonía.

Mateo: Lo traspasaron cruelmente a espada en Etiopía, después de haber llevado a ese país el Evangelio a los inconversos e idólatras; murió en la ciudad de Nadaba en el año 60 DC.

Pedro: Sufrió el martirio en Roma, durante el reinado de Nerón en el 69 DC. Su muerte también fue muerte de cruz igual a la de Jesús, pero él se consideró a sí mismo indigno de morir igual que Él y fue crucificado de cabeza.

Tomás: Fue ejecutado en Calamina, India, 70 DC. donde sacerdotes paganos enfurecidos por su predicación traspasaron su cuerpo lado a lado con lanzas.

Bartolomé: Fue desollado vivo después en Armenia luego que se negó a retractarse del Evangelio. Después que le removieron la piel, fue crucificado en el año 70 DC.

Judas Tadeo: Fue crucificado en Edesa, Mesopotamia en el año 72 DC.

Simón (Zelote): Fue crucificado por el gobernador de Siria en el año 74 DC.

Matías: Fue apedreado en Jerusalén y después decapitado en el año 70 DC.

Bernabé: Fue quemado en Cipre en 64 DC.

Marcos: Murió arrastrado por el pueblo de Alejandría en una gran fiesta a su ídolo Máximo en el año 64 DC.

Jacobo (Santiago): Fue llevado al techo del templo, donde una multitud se congregaba. Cuando él se negó a retractarse, fue tirado hacia abajo. Él sobrevivió la caída y la multitud lo golpeo con barrotes hasta morir en el año 63 DC.

Pablo: El apóstol Pablo fue torturado y después decapitado por el vil emperador romano Nerón en el año 67 DC.

Lucas: Fue ahorcado en Atenas en 93 DC.

Juan: Juan, el discípulo amado, es el único discípulo que murió de causa natural, pero eso no significa que fue exento de persecución. Se dice que Juan fue metido en una olla de aceite hirviendo, pero que milagrosamente logró salir con vida de eso; después fue sentenciado a prisión en la isla de Patmos, y ya viejo fue liberado y murió en Turquía.

¿Qué te parece? ¿Notas la diferencia entre el Evangelio que vivieron, y por el que estuvieron dispuestos a morir, estos discípulos y el mensaje que se predica hoy en día en muchas iglesias?

Mi hermano Francis Montás lo expone de esta manera: No se cuenta en la historia que ninguno de ellos estuviera CANCELANDO, DECLARANDO O DECRETANDO A LA HORA DE SU EJECUCIÓN. Se imagina usted… ¿Por qué Pablo no canceló la lanza que lo decapitó? ¿Por qué ninguno de ellos decretó que los instrumentos de su muerte junto con sus verdugos se convirtieran en polvo en ese momento?

Hay que ser muy atrevido para que en este tiempo, por cualquier cosita, los cristianos estemos decretando, cancelando y declarando; y no estamos ni lejos de sufrir lo que sufrieron estos hombres de Dios.

Olvídese; que si a usted le toca, en la voluntad de Dios, le toca; por más que declare, cancele o decrete. Si usted es hijo o hija de un Dios soberano que ha hecho lo que ha querido; confié en su Dios. Él no ha perdido poder para sanar, libertar, rescatar, restaurar; y tampoco de deje de orar para que Él se glorifique; pero también Él puede permitir la aflicción.


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