
“Jehová, en los cielos está tu misericordia; tu fidelidad llega hasta el firmamento”. Observe como el salmista habla acerca de la fidelidad de Dios, y dice: “llega hasta el firmamento”. Esta afirmación nos hace ver lo grande y lo incomparable de la fidelidad de Dios para con su palabra, sus promesas y su justicia.
La fidelidad como valor auténticamente humano, es una propiedad esencial en el matrimonio, la familia, la iglesia, el trabajo, etc. Sin embargo; este valor cada día se va perdiendo.
Dios es inmutable: no cambia con respecto a su palabra, el se mantiene firme. Nuestro Dios, nunca falla, siempre esta presente, nunca llega tarde, porque su fidelidad es una propiedad esencial de su amor para con nosotros.
No nos preocupemos por el futuro incierto. Confiemos en la fidelidad de Dios. El año que esta por venir nos traerá bendiciones conforme a su palabra. Valoremos todo lo que hemos recibido de Dios.
Con actitud positiva enfrentemos los retos que están por venir. Las metas y los sueños se pueden lograr este año que viene.
Feliz Año te desea Teología e Historia