Dinámicas en la enseñanza

La enseñanza no es solo técnica y métodos, existen factores dinámicos en el acto de la enseñanza aprendizaje que van más allá de las técnicas y métodos. Las dinámicas de la enseñanza pueden ser definidas como aquellos factores que forman parte del acto de enseñanza – aprendizaje que producen acción, reacción o interacción.

A veces esta dinámica puede provocar reacciones indeseadas o, por el contrario, reacciones deseadas. Cualquier cosa que produzca acción o reacción entre maestro y alumno afecta el aprendizaje.

FACTORES QUE DEPENDEN DEL MAESTRO

LA ACTITUD DEL MAESTRO HACIA EL ALUMNO

Su forma de enseñar ¿Indica más interés en el contenido de lo que se le ha enseñado que a la persona que se le enseñara? ¿Muestra un interés personal en él? Los alumnos captan rápidamente la actitud del maestro hacia ellos y reaccionan positiva o negativamente según sea el caso. Una relación amistosa entre maestro y alumno, es saludable porque permite el contacto entre maestros y alumnos fuera de clase. El maestro que ha dado este paso en la formación tiene un punto a su favor en la educación cristiana.

ACTITUD DEL MAESTRO HACIA EL MATERIAL

Tiene importancia la actitud del maestro hacia el material que debe ser estudiado. Si el maestro tiene un estudio de manera descuidada y presenta su material aburrido y árido, los alumnos responderán de la misma manera. Lo que se enseña debe ser vital y vivido en la experiencia del maestro.

Si el maestro trata de hablar sobre el perdón, la fe, el amor por los perdidos, esa verdad debe ser una parte genuina e integral de su experiencia. Los cristianos del primer siglo sabían poco o nada de psicología o pedagogía, pero tenían un excelente método de enseñanza: enseñaban la ardiente realidad de su experiencia, esta es una de las dinámicas fundamentales del proceso de la enseñanza.

ACTITUD DEL MAESTRO HACIA LA ENSEÑANZA

El maestro puede tener un magnífico dominio de lo que será estudiado y pudo haber planeado el estudio con cuidado. Pero si reacciona desfavorablemente a las técnicas educativas, el resultado del aprendizaje se verá perturbado.

¿Tiene el maestro una actitud de sabelotodo? Un maestro debe tratar de dominar el material, pero los alumnos no deben esperar que el maestro lo sepa todo. Un buen maestro a veces tiene que decir: “No lo sé. Vamos a averiguarlo” el maestro debe admitir sus limitaciones sin disimularlas.

PERSONALIDAD DEL MAESTRO

Cuando una personalidad entra en contacto con otra, inevitablemente actúan la una sobre la otra, favorable o desfavorablemente. El maestro puede ser buen cristiano, persona de carácter moral elevado y buen estudiante de la Biblia, usando las mejores técnicas pedagógicas, pero si su personalidad choca con algunos o todos sus alumnos, este será un factor importante para determinar si se llegara al aprendizaje.

Generalmente, el aprendizaje ocurre mejor cuando el ámbito es una situación informal, sin tenciones. El maestro tiene que mostrar autoconfianza e inspirarla en los alumnos. Generalmente, los alumnos son atraídos por los maestros a quienes pueden acercarse. Necesitan encontrar en el maestro a una persona con quien puedan hablar de sus problemas íntimos y saber que encontraran en él a un amigo que simpatiza con ellos y los entiende.

FACTORES QUE DEPENDEN DEL ALUMNO

El maestro no es el único en el proceso enseñanza-aprendizaje. Algunos de esos factores tienen su origen en el alumno.

CONCEPTOS DEL ALUMNO SOBRE SI MISMO

¿Qué concepto tiene el alumno de sí mismo? ¿Qué piensa sobre sí? La actitud del alumno así sí mismo es de verdadera importancia al llegar el momento del aprendizaje. Por ejemplo, algunos jóvenes tienen metas elevadas para su vida, pero otros no reflexionan más allá de su cita del viernes por la noche.

Los que aprenden mejor son los que tienen una idea de lo que es la vida y que tienen metas dignas. Solo cuando las personas tienen un concepto adecuado de sí mismas, un propósito dominante y un impulso interior suficiente como para llevarlos en la dirección de un propósito, es que tenemos las condiciones para un aprendizaje efectivo.

CONCEPTO DEL ALUMNO SOBRE LOS DEMÁS

Otro de los factores dinámicos que influyen en el aprendizaje es la actitud del alumno hacia el grupo, ¿Siente confianza en el grupo ese alumno? Cuando el alumno cree que el resto del grupo tendrá un buen concepto sobre él, si se dedica a una actividad, entonces participara y aprenderá. Si, por el contrario, el alumno se siente rechazado por el grupo, se levanta una barrera en el acto de aprender que el maestro solo podrá superar por medio de una comprensión de la situación y mucha inteligencia para enfrentarla.

CONCEPTO DEL ALUMNO SOBRE EL MAESTRO

Aquí cabe decir que la actitud del alumno hacia el maestro puede ser influida por asuntos que son importantes, pero también por cosas extremadamente triviales. Sea trivial o relevante, sea lo que fuere que determine la actitud del alumno, eso provee el ámbito psicológico en el cual debe tener lugar el aprendizaje, sea bueno o malo.

CONCEPTO DEL ALUMNO SOBRE SU SITUACIÓN

Hay varios aspectos de este factor que deben ser identificados ¿Cuál es la actitud del alumno hacia la enseñanza general? ¿El alumno tiene un deseo genuino de mejorar? Generalmente, cuanto más conocimiento tiene una persona en un área específica, más interés tendrá en estudiar al respecto. Los alumnos que interactúan en la enseñanza están más abiertos al aprendizaje.

FACTORES QUE DEPENDEN DEL ACTO DE APRENDER

Consideremos algunos factores en el acto mismo de aprender:

Espíritu de la clase

Pareciera que los miembros aprenden mejor cuando hay un fuerte espíritu de grupo y lealtad entre los miembros de la clase. Esta libertad no es algo fácil de lograr. Por ejemplo, una clase puede estar procurando determinar cuál es el curso cristiano de acción en una situación en que se está actuando mal.

Algunos de los miembros pueden llegar a la conclusión de que para ellos tal o cual criterio es el más elevado o cristiano y entonces adoptan una actitud de “más santo que tú” hacia aquellos que llegan a una conclusión diferente. Esto puede ser una influencia perjudicial en cualquier grupo. La libertad de expresar las propias ideas honestas sin temor es algo esencial para una enseñanza efectiva.

AULA

Los factores físicos, si bien no son necesariamente determinantes, a menudo son influencias importantes en el acto de aprender. Un equipo adecuado es esencial en toda aula. Como mínimo, cada clase debe tener un pizarrón, un tablero de anuncios y mapas adecuados. No solo basta con tener estos elementos en el aula, sino que además debe ser usado. Debe hacer sillas cómodas, algunas clases les agrada tener mesas en las que apoyen sus biblias, esto es útil porque sirve a los alumnos para tomar notas. Esto propicia un ambiente agradable para el maestro y el alumno.

TAMAÑO DE LA CLASE

¿Cuál es el número máximo que debe haber en una clase? Esto varía de acuerdo con las edades. Hay principios muy serios en lo educativo que indican que la clase pequeña, aun con adultos, se adecua mejor para la enseñanza y el aprendizaje. Sin embargo, aquí nuestro propósito no es discutir si es mejor la clase grande o pequeña, sino señalar algunas de las dinámicas sobre el tamaño de la clase que afectan al aprendizaje.

El tamaño de la clase afecta la disposición de una persona para participar en el análisis del estudio. Una persona puede estar extremadamente recelosa de contestar una pregunta o expresar su punto de vista en una clase grande. Es mucho más fácil y menos atemorizador si los alumnos son un grupo pequeño. El maestro no puede conseguir que los alumnos se expresen en un grupo grande y también puede notar que no todos en la clase pueden expresar una opinión.

Los alumnos tienden a perderse en una clase grande, en las clases grandes el maestro es capaz de lograr cierta participación, que muy a menudo lo hacen en clase, los mismos que domingo tras domingo se expresan y dan su opinión. Otra minoría y a veces una mayoría quedan fuera de la discusión.

EL ESPÍRITU SANTO COMO MAESTRO

Estudiamos al Espíritu Santo como maestro en el tema de la dinámica del aprendizaje. Su obra se estudia aquí porque es una de las fuerzas en el acto de enseñar, que va más allá de los temas que generalmente se asocian con las técnicas de enseñanza. Es el Espíritu Santo el que obra en el proceso mismo de la enseñanza y aprendizaje.

Dos pasajes del evangelio de Juan indican la función didáctica del Espíritu Santo: “Estas cosas os he hablado mientras todavía estoy con vosotros. Pero el consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviara en mi nombre, él os enseñara todas las cosas y os hará recordar todo lo que yo os he dicho” Juan 14:25-26.

Otro pasaje aún más explícito es el siguiente: “Todavía tengo que deciros muchas cosas, pero ahora no las podéis sobrellevar. Y cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad” Juan 16:12-13.

Así, una de las funciones del Espíritu Santo es: guiar al cristiano a un entendimiento de la verdad y dar al que la está buscando una visión cristiana.

Otra función del Espíritu Santo en el acto de la enseñanza-aprendizaje es la de convencer, traer convicción: “Cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” Juan 16:8.

El maestro puede presentar ideas y compartir experiencias, pero el Espíritu Santo es el que da convicción al individuo de cualquier pecado o insuficiencia. En cuanto a la convicción y decisión, el maestro se encuentra desvalido, y es aquí donde el Espíritu Santo ocupa su lugar y hace su obra efectiva.

El maestro puede descansar confiando que el Espíritu Santo siempre está presente, siempre está listo, siempre está capaz de hacer su obra.


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