Los Saduceos, una secta judía antigua

Los saduceos eran una secta judía del período del Segundo Templo. Eran una élite adinerada y poderosa que controlaba el Sanedrín, el tribunal supremo judío. Los saduceos solo creían en la Torá escrita y no en la Torá oral o en los escritos proféticos. También eran escépticos sobre la resurrección de los muertos y la vida después de la muerte. Los saduceos fueron finalmente derrotados por los fariseos en el siglo I a.C., pero sus creencias y prácticas han tenido un profundo impacto en el desarrollo del judaísmo y del cristianismo.

Partido sacerdotal y aristocrático del judaísmo cuyas doctrinas y prácticas eran opuestas a las de los “fariseos”.

Su Origen: Josefo se refiere por primera vez a los saduceos en Antigüedades XIII.x.5-7, donde describe la decisión de Hircano I (rey macabeo de los judíos, 135-105 a.C.) de aliarse con ellos. De allí se ve que la secta existía antes de dicho reinado. Antes se pensaba que el nombre se había derivado del sacerdote Sadoc, contemporáneo de David y Salomón (2 S 15.27; 19.11; 1 R 1.8), cuyos descendientes eran considerados como la línea pura (Ez 44.15) y los conservadores del sacerdocio hasta la rebelión de los macabeos.

Sin embargo, varias dificultades filológicas e históricas obligan a buscar otra explicación. T.W. Manson propone que la derivación del nombre debería encontrarse en la palabra griega, syndikoi, que significaba “autoridades fiscales” en el estado de Atenas desde el siglo IV a.C. En Israel también los saduceos controlaban los impuestos, al principio los saduceos no eran un grupo religioso, pero con el tiempo, para defender sus intereses, apoyaron al sumo sacerdote. Hasta la mitad del siglo I después de Cristo controlaban el sanedrín. Después, al serles quitado el poder secular, primero por los Zelotes y posteriormente por los romanos, desaparecieron del judaísmo.

Su Enseñanza

La mayoría de los sacerdotes de los primeros siglos (a.C. y d.C.) pertenecían a esta secta, aunque no todos los saduceos eran sacerdotes. Por lo general constituían un núcleo de personas altamente privilegiadas, por ejemplo, comerciantes ricos y funcionarios gubernamentales. Su actitud hacia las tradiciones de los padres se centró en el mantenimiento del culto en el templo. Su interpretación de la Ley (aceptaban solo el Pentateuco como autoritativo) giraba alrededor de la ley ritual.

La actitud negativa hacia ciertas doctrinas del Antiguo Testamento se debía, en parte, a la tensión entre ellos y los fariseos, quienes las afirmaban. Acerca de su doctrina, Josefo afirma que “los saduceos enseñan que el alma perece con el cuerpo”; “niegan la continuidad del alma después de la muerte”. El Nuevo Testamento es más preciso: señala que los saduceos negaban la resurrección del cuerpo (Hechos 23.8), y también la existencia de mediadores espirituales entre Dios y el hombre (Hechos 23.8).

Además, para los saduceos, Dios era casi un “dios ausente” dado que “no puede ni hacer ni prevenir el mal”. En cambio, el hombre ejerce su libre albedrío para hacer el bien y el mal. Su ideal político era el estado teocrático encabezado por el sumo sacerdote. Por eso veían con sospecha la esperanza mesiánica que amenazaba con derrotar el orden social y político existente. La mayoría del pueblo común los odiaba porque colaboraban con los romanos y sus reyes, introdujeron y permitieron algunas costumbres que no eran judías y porque se comportaban entre el pueblo con arrogancia.

En El Nuevo Testamento

Varias veces los saduceos se aliaron con los fariseos en oposición a Jesucristo (Marcos 11.18, 27; 14.43; 15.1; Lucas 9.22). Sin embargo, el conflicto de Jesús con los saduceos se agudizó mayormente en la última semana de su ministerio, cuando su popularidad entre el pueblo (Marcos 12.12) parecía amenazar la paz de Jerusalén. En cambio, el conflicto entre Jesús y los fariseos, debido a la influencia de estos entre el pueblo popular, se advierte desde el principio de su ministerio. Los cristianos culparon a los saduceos y a los fariseos de la muerte de Jesús. Fueron ellos los que más intentaron detener el creciente movimiento de la iglesia primitiva (Hechos 4 y 5; 22.5).

Este grupo religioso de judíos, relativamente pequeño, pero importante, porque muchos de ellos eran “Sumos Sacerdotes”. Creían exclusivamente en la ley, y rechazaban todo tipo de tradición oral; niegan la resurrección, la inmortalidad del alma y el mundo espiritual: (Marcos 12:18, Lucas 20:27, Hechos 23:8). Fueron denunciados por Juan Bautista y por Cristo: (Mateo 3:7, 16:6,11,12). Ellos se opusieron a Cristo y a su Iglesia: (Hechos 5:17,33). Apoyaron a los Macabeos en su lucha para liberar materialmente a Israel.

Los modales de los saduceos eran bastante groseros, eran descorteses con sus iguales como si estos fuesen extranjeros, y consideraban una virtud disputar con sus maestros. No tenían seguidores entre las masas populares, sino solamente entre los de buena posición económica. Eran más severos en sus juicios que otros judíos.

Muchos de los sacerdotes, aunque no todos, eran saduceos; pero casi todos los saduceos parecen haber sido sacerdotes, especialmente de las familias sacerdotales más poderosas. Bajo los primeros asmoneos algunos saduceos desempeñaron cargos en la gerousia (cuerpo de “ancianos”, “senado”, o sanedrín).

La marca religiosa de los saduceos fue su conservadurismo. Negaban la validez permanente de toda ley que no formara parte de los escritos del Pentateuco. Rechazaban las doctrinas tardías del alma y su existencia en el más allá, la resurrección, las recompensas y retribuciones, los ángeles y los demonios. Creían que no existía el destino, que el hombre podía elegir libremente entre el bien y el mal, y que la prosperidad y la adversidad eran resultado de las propias acciones del hombre.


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