Los votos matrimoniales

Descubre las palabras que sellan un compromiso eterno: Los Votos matrimoniales.

Con respecto al matrimonio quiero dejarles el siguiente artículo y el bosquejo de una ceremonia, oficiada por un ministro de culto. 

Matrimonio, es la unión estable entre hombre y mujer, convenida de acuerdo con la ley, regulada y ordenada a la creación de una familia. No se trata de una creación técnica del Derecho, sino de una institución natural que el ordenamiento regula en interés de la sociedad.

Son caracteres del matrimonio, según la concepción corriente en los países civilizados: a) constituir un vínculo habitual con vocación de permanencia, dirigido por su propia finalidad, a la convivencia y colaboración de los cónyuges en un hogar, formando una familia en cuyo seno nacerán y se criarán los hijos si los hubiere, y b) resultar de un acto jurídico bilateral celebrado en un concreto momento: la boda. Este acto se halla regulado, con carácter solemne, por la ley como creador exclusivo del vínculo reconocido por el Estado. 

El modelo actual de matrimonio, en el cual el vínculo procede de un acuerdo de voluntades, no puede disolverse sin causa legal establecida por vía judicial.

El matrimonio civil se autoriza por el juez encargado del Registro civil del domicilio de cualquiera de los contrayentes, o por el alcalde en presencia de dos testigos mayores de edad. Se considera nulo, cualquiera que sea la forma de su celebración, el matrimonio celebrado sin consentimiento matrimonial, expresión con la que se alude al matrimonio simulado por acuerdo de ambas partes: por ejemplo, para adquirir la nacionalidad por concesión o un derecho arrendatario, o para rebajar el impuesto sucesorio. También son nulos los matrimonios que se celebren entre personas para las que existe impedimento no dispensable.

En julio de 2002, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos reconoció el derecho de las personas transexuales a casarse según su identidad sexual después de la operación. Aunque el matrimonio produce efectos civiles desde su celebración; sin embargo, para el pleno reconocimiento de los mismos será necesaria su inscripción en el Registro civil, sea la practicada por el juez en el propio libro al autorizar el matrimonio, sea transcribiendo un documento intermedio: el acta o certificación correspondiente.

Como vimos con anterioridad, el matrimonio es una institución civil y también religiosa, y, por lo tanto, sujeta a reglamentos jurídicos. El matrimonio más que un contrato o acto civil es un pacto y un estado honroso Hebreos 13:4, instituido por Dios en el huerto del Edén cuando el hombre era todavía inocente (Y se dijo Yahvé Elohim: “No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda semejante a él.” Génesis 2:18. Así se formaron los primeros vínculos del sagrado pacto del matrimonio, Jesucristo mismo la santifico con su presencia en las bodas de Cana de Galilea.

A continuación se presenta la ceremonia religiosa realizada por un ministro de culto.  

CEREMONIA

Institución del matrimonio Amados hermanos y amigos, estamos reunidos en la presencia de Dios y de estos testigos para unir a este hombre y a esta mujer en santo matrimonio, que es un estado honroso, y, por lo tanto, no debe contraerse a la ligera, sino con reverencia, discreción y en el temor de Dios. “Este estado santo fue instituido por Dios cuando el hombre era todavía inocente. Dijo el Señor: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”

Así se formaron los primeros vínculos de este sagrado pacto de matrimonio, pronunciando Dios estas palabras: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Cristo, nuestro Salvador, honró con su presencia y transformó con su poder divino las bodas de Caná de Galilea, haciendo allí su primer milagro.

Así dio realce a una reunión terrenal con una manifestación sobrenatural. El apóstol Pablo nos hace ver lo trascendental de la unión de un hombre con una mujer cuando compara este amor con el amor de Cristo hacia su Iglesia.   San Juan nos hace ver que la Iglesia es la novia de Cristo, la escogida de entre todos los seres humanos, y que después del arrebatamiento de la Iglesia se han de celebrar las bodas más gloriosas que jamás se hayan visto: las bodas del Cordero.

Lectura bíblica

Oigan, pues, la Palabra de Dios por medio de San Pablo, escrita para la instrucción de ustedes con respecto a este paso que están por dar.   Dice el apóstol a los esposos: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla…. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos.

El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.” San Pedro les da estas palabras de consejo a los esposos: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”

“Asimismo, oigan lo que dicen las Sagradas Escrituras a las esposas: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia…. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.” “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos… Vuestro atavío no sea el extremo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.” 

Oración 

Entrega de la novia “¿Quién entrega a esta mujer para que se case con este hombre? 

Votos

Dirigiéndose al novio, el ministro preguntará:

¿Toma usted a esta mujer como su legítima esposa, para vivir juntos en el santo estado del matrimonio, según lo ordenado por Dios?   ¿Promete amarla, honrarla y cuidarla en enfermedad y en salud, y rechazando a todas las demás mujeres, serle fiel mientras vivan los dos?”

Dirigiéndose a la novia, el ministro preguntará: 

¿Toma usted a este hombre como su legítimo esposo, para vivir juntos en el santo estado del matrimonio, según lo ordenado por Dios?   ¿Promete amarlo, honrarlo, obedecerle y cuidarlo en enfermedad y en salud, y rechazando a todos los demás hombres, serle fiel mientras vivan los dos?” Tómense de la mano y repita cada uno conmigo:

El novio repetirá estas palabras del ministro: “Yo, te tomo a ti, como mi legítima esposa, para que los dos seamos uno solo desde este día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o en pobreza, en prosperidad o en adversidad, para cuidarte y amarte hasta que la muerte nos separe.”

La novia repetirá estas palabras del ministro: “Yo, te tomo a ti, como mi legítimo esposo, para que los dos seamos uno solo desde este día en adelante, para bien o para mal, en riqueza o pobreza, en prosperidad o en adversidad, para cuidarte y amarte hasta que la muerte nos separe.” 

Entrega del anillo “¿Qué entregan como prenda de estos votos?” La Biblia dice que cuando Dios hizo un pacto con Noé, puso en el cielo el arco iris como señal del pacto y dijo: “Lo veré y me acordaré del pacto perpetuo.” Asimismo, es bueno tener una señal que nos recuerde este solemne convenio nupcial.   Ustedes han escogido este anillo como señal de su matrimonio. “El anillo está hecho de metal precioso, que representa los vínculos que unen a los esposos.   Es un círculo sin fin, simbolizando así la unión perpetua de estas dos personas.” 

Palabras al novio. “Tome este anillo, póngalo en el dedo anular de su novia, y repita conmigo:   Con este anillo me caso contigo, y con mis bienes terrenales te doto, y por este acto declaro delante de Dios y de estos testigos que te tomo como mi esposa y que te seré fiel esposo.”

Palabras a la novia: Recibo este anillo de ti, y, por lo tanto, declaro delante de Dios y de estos testigos que te seré fiel en la alegría, como también en la tristeza. “Con este anillo doblemente sellamos nuestros votos, y tú compartes conmigo el símbolo de nuestros esponsales.”

Dirigiéndose a los dos, el ministro dirá: Por cuanto se han declarado sinceramente su deseo de ser unidos en matrimonio, primero delante de las autoridades civiles y ahora en delante de Dios, y han confirmado lo mismo al dar y recibir las arras, ahora yo los declaro esposo y esposa en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.   A los que Dios ha unido, que ningún hombre los separe. Los exhorto a que sean fieles a los votos que han tomado.

Con este matrimonio emprenden una vida nueva con mayores responsabilidades. Solo encontrarán la verdadera felicidad si cumplen con las obligaciones que han contraído. Proteja a esta mujer que ahora se somete a su cuidado, y esfuércese por vivir en el amor de Dios, de tal manera que ninguna acción ni palabra suya ensombrezcan de amargura su rostro ni llenen de lágrimas sus ojos.

Esfuércese por conservar con sus virtudes el corazón que ha conquistado con su gracia. A los dos les digo: “No permitan que en su voz se apaguen los tonos tiernos de cariño, ni que sus ojos pierdan el brillo con que resplandecían durante el noviazgo; más bien, procuren que siempre, y sobre todas las cosas, Dios ocupe el trono de su nuevo hogar.” 

Bendición pastoral El ministro les dirá a los novios que se arrodillen, y orará así:

“Que Dios los bendiga y los guarde.   Que haga resplandecer su rostro sobre ustedes, les tenga misericordia y les conceda paz.”

Reflexión:Los votos que se realizan tienen un significado muy profundo que se olvidan pronto, sobre todo cuando nos encontramos con los primeros desafíos del matrimonio. Las palabras legítimo o legalmente son un compromiso ante las leyes terrenales y las de Dios. Amar, honrar y cuidar son el reto de todos los días, ya que cuando nos encontremos frente a la enfermedad, la adversidad y la abundancia nos sentiremos tranquilos y seguros con la persona que amamos.


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